miércoles, 21 de octubre de 2015

Estoy más que caliente.

Realmente este gobierno no me representa. Tampoco lo hacen las seudo-alternativas que tenemos. Me siento mal, asqueado, vulnerado pero sobretodo enojado y molesto, con mucha bronca.
Porque cuando alguien se mete con alguien cercano, es el límite y debemos decir basta.
Volviendo de la escuela, en colectivo, mi hija fue asaltada. Y no importa que no le hayan hecho nada o que solo le hayan sustraído el celular. No importa que solo haya sido eso. Lo que me importa es que un mal nacido hijo de puta, le puso un dedo encima. ¿Se entiende lo que digo? Las cosas materiales van y vienen, y ya es bastante lo que estoy diciendo, porque cada mañana mi mujer y yo nos levantamos para ir a trabajar. Para ganarnos la vida, para darle algo mejor a nuestra hija, queremos que con nuestra vida, ella entienda qué significa y lo que significa salir de la comodidad y el confort del hogar para poder desarrollarse y darle forma a los sueños, que todos tenemos o deberíamos tener. Queremos que con nuestra vida diaria, ella pueda sentirse orgullosa de sus papás y se sienta cuidada y protegida. 
Pero no, no sucede eso y vuelvo a como me siento en lo más profundo de mi ser. Con bronca, indignado. Y no me importa lo que piense quien lea esto, o que piense que es producto de lo sucedido solamente, porque pienso que la enorme corrupción del gobierno y gobernantes, sean del color que sean, son los directos responsables de lo mal que estamos viviendo. Y que cada uno entienda lo que quiera.
10.000 policías más en la calle no hace ninguna diferencia, solo consigue restar presupuesto a cosas que si necesita la gente, educación por ejemplo, salud. Vamos a tener de presidente a un inepto que no supo ser gobernador de la provincia más grande del país y es apoyado por un partido que hasta no hace mucho, se burlaba de él. El colmo de la hipocresía. Parece que entre ellos todo se permite y se perdonan.
Históricamente el peronismo ha hecho gala de un sistema corrupto para mantenerse en el poder, desde intendencias, pasando por gobernaciones, cámaras de legisladores provinciales, nacionales, municipales y llegando al mismísimo poder ejecutivo nacional.
Y ha llevado al extremo el axioma: "roban, pero hacen". Siempre ha sido así y siempre lo será. Tenemos una memoria tan frágil que bien pronto olvidamos los prontuarios de estos agentes de la hipocresía y el cinismo.
Tengo 50 años, algo de experiencia de vida. Pero sé cuando algo está bien y algo está mal. Y este sistema definitivamente está mal. 
Una y otra vez le damos un voto de confianza a un puñado de impunes funcionarios de la coima y la tranza. Por más que pretendan maquillarlos con costosísimas campañas publicitarias, siguen siendo la misma basura de siempre. Aunque pretendan mostrarlos glamorosos y votables, aunque nos abran las puertas de sus "humildes" casas, construidas con "trabajo y esfuerzo" y nos muestren a sus mascotas, siguen siendo el mayor mal de nuestra tan enferma sociedad, que a pesar de todo, sigue necesitándolos. 
Insisto, el nivel de delincuencia y corrupción es inversamente proporcional a la calidad humana de nuestros polìticos y funcionarios, para que se entienda, peor vivimos cuanto más corruptos son ellos, "nuestros representantes". 
La delincuencia generalizada que tanto nos castiga, es producto directo de la delincuencia y corrupción de políticos y funcionarios.
Somos víctimas de este sistema, pero también somos victimarios cuando decidimos formar parte de él al legitimarlo a través de las elecciones. 
La misma acción corrupta de las altas esferas, es la que también legitima a los delincuentes de poca monta que diariamente nos agrede. Una justicia blanda, desquiciada e injusta, no consigue otra cosa que alejar a los "ciudadanos de buena voluntad" de ella. Porque quien debe impartir justicia, también tranza con esos delincuentes junto con muchos "servidores públicos de la ley" a cambio de unos "pesos". 
Amparados en la desidia de los tres poderes, la delincuencia encuentra un terreno más que propicio para extender sus tentáculos con la droga motorizando y dándoles más poder todavía. 
Es una larga cadena de favores perversos la que seguramente mantiene "unido" a este sistema de poderes. 
Quiero creer que no todos son así, pero visto desde afuera y por lo poco que se logra "desde dentro", uno puede entender y con razón, que no se hace nada. Porque lo que se hace es tan insignificante frente a lo que se deja de hacer o se hace definitivamente mal, que pareciera que a nadie le importa nada.
Y tal vez sea así. A los poderosos, la vida de las personas realmente no les importa nada. Literalmente se cagan en la vida de la gente y eso lo demuestran a diario. Se cagan en el dolor ajeno. En la desdicha del otro. Se burlan todo el tiempo de nosotros. Seamos quienes seamos. No tienen ningún escrúpulo. 
En sus mensajes a la población, desde la sra. presidente hasta los concejales barriales, pasando por ministros, secretarios, vices y no vices, intendentes, candidatos propios, ajenos y arrepentidos, todos, todos se cagan en la gente que los sigue eligiendo una y otra vez.
Definitivamente a todos se les promete y a muy pocos se les cumple, eso es un hecho propio de este sistema corrupto. 
En fin, este próximo domingo volvemos a darnos la cabeza contra la pared. Lo seguiremos haciendo quien sabe hasta cuando. 
Buenas tardes.