domingo, 26 de diciembre de 2021

Antepenúltimas palabras

 Este año, que está dando sus últimos pasos, ha sido (es todavía) el segundo de esta pandemia. Entre el año pasado y este han sucedido muchísimas cosas y algunas de ellas, me han sucedido personalmente a mí, si cabe la expresión y a riesgo de ser redundante y autorreferencial. 

No he sido este año tampoco un gran escritor de crónicas o ficciones, recuerdo que tuve un breve intento a principios del mismo, asistiendo a un taller virtual online de escritura y gracias al cual, me vi impelido a escribir un poco. De hecho algunas historias que comencé, sería interesante continuarlas en algún momento. 

Aún así me pregunto para qué escribo? esto mismo o lo otro que ha quedado inconcluso por ahí. Para mí en primer lugar, porque quiero hacerlo y ciertamente me gustaría hacerlo con mayor continuidad, con mayor frecuencia, porque ideas suelo tener y estoy convencido de que esforzándome un poco más, hay más de donde salen aquellas. Solo necesito continuidad, perseverancia y algo de esfuerzo. En mi cabeza hay muchos personajes, historias, fragmentos de algos que no se bien que podrían ser y que tal vez nunca sepa, pero que sin embargo ahí están, esperando que les de lugar en una hoja de papel real o virtual. 

Se muy bien que lo artístico me rodea, me ha rodeado y creo, seguirá haciéndolo. Actualmente mi creatividad la estoy volcando a la creación de objetos y personajes en madera, básicamente. Estoy feliz de que esto esté sucediendo y sobre todo, de que haya un público, insipiente aún, que aprecie lo que hago. Es un largo camino, sin dudas y lo estoy transitando despacio y a los tropezones por momentos. Pero lo sigo desandando todavía, aprendiendo mucho. Hace poco más de dos meses que estoy yendo a una feria de Artesanos en Avellaneda, donde conseguí una mesa para poder exhibir y vender mis objetos y personajes. Hubo días que vendí varios objetos y hubo días que no vendí nada. Estoy asimilando poco a poco la idea de que lo que hago, no puede ser apreciado por todas las personas. Lo voy entendiendo poco a poco y tengo que aceptarlo, por supuesto. Es como un trabajo de hormiga ciertamente, lento, pero seguro. No debo dejarme vencer por la ansiedad, aunque es muy difícil por cierto. Veo continuamente como otros compañeros o compañeras venden sus cosas, sean del material que sean con mayor frecuencia y facilidad. Veo como las personas gastan su dinero en otros puestos y no lo gastan en el mío. Me cuesta mucho aceptar eso todavía, pero ciertamente estoy tratando de entender que así debe ser. Debo tener en claro que hace muy poco tiempo que estoy en esto, que mis objetos y figuras deben darse a conocer más todavía, que aquella persona que un día pasó por donde yo estaba, no advirtió mi mesa, que tal vez otro día pasó con más detenimiento y los vio, y que por último en algún momento alguno de ellos, les llame la atención por algo, tal como han sido aquellos objetos que me fueron comprando. Porque cuando consigo intercambiar algunas palabras, me doy cuenta que hay una pequeña historia detrás de esa elección que hicieron de mis objetos. Y eso sinceramente, me llena el alma. La alegría que siento en mi corazón, es inmensa. Es una palmada en mi espalda, es una caricia a mi corazón el saber que uno de esos objetos, va a estar en la casa de alguien, porque fue elegido entre muchas otras cosas para formar parte de ese hogar, del universo de otra persona.

Estoy recogiendo mis impresiones en otro escrito que se llama: Días de Feria, allí voy escribiendo aquellas impresiones diarias sin mucha rigurosidad, sin pretensiones siquiera, apenas algunos apuntes que van surgiendo durante mis días en la feria de Artesanos de Avellaneda. Y voy recogiendo también las palabras de algunas de las personas que han sido amables conmigo y mis creaciones. "Te felicito por las cosas que haces", "Haces cosas muy lindas", "Gracias por tu arte", son algunas de las expresiones que recibí y creo que justifican enormemente lo que hago. En ningún lado está escrito que el camino del arte, el camino que emprende un artista sea fácil. Me siento afortunado, bendecido, privilegiado al tener esta sensibilidad y al poder expresarme y compartir esto que hago con infinito amor. 

Realmente no se cuando regrese a este lugar para escribir, talvez pasen algunos días o tal vez algunos meses. Por lo menos lo que siento ahora, pude dejarlo aquí reflejado como pude. 

Aunque por delante haya una gran incertidumbre sobre lo que vaya a suceder o como vayan a darse las cosas, algunas muy pequeñas e importantes, creo que ya están donde deben estar.

Muchas gracias.