sábado, 25 de abril de 2015

22 %

A ver, para tratar de aclarar algo que es demasiado oscuro, al menos para mi.
Dentro del porcentaje de descuentos en nuestro sueldo, ya hay una parte que va a parar a la obra social, exactamente un 3%, ¿me equivoco? Y ahora pretenden cobrarnos más, ¿vuelvo a equivocarme? con la excusa del aumento de nuestro sueldo, la obra social quiere quedarse con otro poco más de nuestro dinero y me pregunto: ¿por qué? ¿quiénes se benefician? ¿a quiénes se favorece con esto?
No a los trabajadores seguramente, que hace bastante tiempo se nos castiga pagando el costo  de la inflación, que el gobierno insiste en disfrazar, ocultar, mentir. Entonces es a un sistema por el cual se legitima (¿quiénes lo hacen?) el pago de sumas en negro, porque los "bonos" que cobramos entonces los trabajadores como "compensación" por lo bajo que están los salarios, por lo castigado que hace tiempo está nuestro sueldo, se lo quedan ¿quiénes? ¿la obra social? o sea parte de ese dinero que supuestamente el empresario le da "en negro" al trabajador, se lo queda la obra social. Más claro, echale agua.
Ahora bien ¿quién nos protege de este nuevo atropello?
Lo que se está negociando no es cuanto aumentarán nuestro salario, sino con cuanto de el van a quedarse.
Es como si parte de aquello que nos corresponde cobrar, para tratar de compensar lo perdido por la inflación, se lo quedaran los modernos señores feudales, inquisidores de nuestro sueldo.
A veces pienso que esto no es lo peor, porque si bien esto es terrible, lo peor es que si nos damos cuenta de ello, seguimos como si nada.
Uno puede pensar algo, que suena realmente mal cuando se lo pone en palabra escrita, pero sigue siendo malo aun sin ser escrito.
Es así compañeros, debemos seguir trabajando mientras otros deciden por nosotros con cuando de nuestro esfuerzo se van a quedar. Por ahora es el 22% de nuestro trabajo, nuestro esfuerzo...¿ nuestros sueños?

lunes, 20 de abril de 2015

Una más para esta noche.

Tomar notas de los hechos de la vida, no está mal para comenzar a escribir algo. Aunque fuese algo que no tiene que ver conmigo, sin embargo, todo tiene que ver conmigo, porque todo lo que me rodea tiene que ver conmigo de una u otra manera.
Reflejar sentimientos, emitir opiniones, reflexionar en voz alta o baja...
Y otra vez las ideas, siempre las ideas...

Notas

Todavía no me voy a dormir.
A veces me queda a mitad de camino algo, algo por decir, por escribir. Las ideas siempre están. La intención de escribir puede o no estar, pero las ideas permanecen como nubes que tarde o temprano precipitan.
Repasando hojas de apuntes suelo encontrar esas ideas que alguna vez me revolotearon, vuelven, por algo siempre vuelven.
El valor de la hipocresía.
Vender una imagen de la que no se es ejemplo tal vez no tenga ninguna importancia, tal vez me lo tome demasiado personal y no valga la pena hacerse malasangre, pero no puedo permanecer impávido, indiferente a ciertas cosas.
Mierda, el estado general de las cosas que nos pasan, tienen importancia e influyen en todos. Hechos que aparentemente son aislados, realmente tiene un peso específico propio y hacen que al final tengamos consecuencias que ninguno seguramente las haya imaginado. Vivimos en una sociedad, carajo, y actuamos como si nuestros actos individuales no perjudicaran a nadie y lo que es peor es que ese acto individual no lo realiza una sola persona ( o si, pero no es mi punto) sino que lo ejecutan un grupo de personas en pos de un beneficio grupal y que a solo ellas involucra y beneficia. Aunque las consecuencias negativas perjudican al conjunto de la sociedad y también a ellos mismos aunque piensen lo contrario.
Todos somos dueños de la verdad. Cada uno de la suya propia y puede llegar a compartirla con otros. Cada quien tiene sus propias ideas (yo espero sinceramente eso) y por lo tanto es dueño de ellas y responsable por lo que hace con esas ideas.
Vivir en sociedad nos hace responsables de todos nosotros. Lo que cada uno haga, tarde o temprano impacta en el otro.
Los ejemplos abundan a nuestro alrededor.

Lunes por la noche

Me hago preguntas todo el tiempo. Me hago preguntas, no me las respondo. Busco respuestas, no se si quiero conocerlas. Absorbo todo lo que puedo a través de mis sentidos, sabiendo que mis sentidos me engañan, pero no me importa, es un engaño que vale la pena.
Me siento a escribir, miro fotografías ajenas y me pregunto sobre el silencio de las imágenes o de que no necesitan decir nada, solo permanecer para siempre.
Quien las hace, quien hace las fotografías debe pensar en algo en ese momento, nunca lo sabremos. Solo vemos lo que esa persona ha visto en ese preciso instante. Y lo ha dejado congelado. Para siempre.
Me hago preguntas todo el tiempo. Sobre cualquier cosa. Preguntas pertinentes y de las otras.
Una en particular que me acompaña desde siempre es: ¿quién soy?
Leí por ahí que debemos tener siempre las mismas preguntas en nuestra mochila, para volver a hacérnoslas cada tanto, las preguntas no cambian. Cambiamos nosotros tratando de responderlas.
Nuestro tiempo no espera, si encontramos lo que buscamos, bien y si no... bueno, no importa.
En fin, aquí seguiré por algún tiempo más, insistiendo con mis preguntas sin respuestas.
Esta noche sola permanecerá para siempre...

sábado, 18 de abril de 2015

20 % de tus sueños, eso es lo que te ofrecen.

Cuando celebramos un aumento de sueldo que es otorgado como migaja que cae de la mesa de los poderosos que negocian, en realidad no lo celebro, ni lo recibo como un bien logrado a través de una conquista. La verdad que no, porque quienes negocian son parte interesada en la gran torta a repartir.
Nos vamos a dormir con gusto a poco señores, son dádivas que hoy por hoy ante la necesidad imperiosa de mantener nuestro status, lo aceptamos y nos callamos. Por ende ¿somos cómplices o no? Que cada uno piense lo que quiera, aunque aquellos a quienes pueden estar dirigidas estas palabras, no dicen nada. Nunca dicen nada.
El que calla otorga y el silencio suele decir mucho más de lo que calla.
La duda persiste: ¿cuánto hay para ellos? y ¿cuánto queda para nosotros?
Uno fantasea sobre como son esa clase de reuniones donde se supone que hay tres partes interesadas en donde una "exige" algo, otra "se opone" dando excusas y la tercera calla y observa. La primera vuelve a "exigir", la segundada vuelve a "oponerse" y ofrece "algo", la tercera sigue callada y observa. Entonces la primera "se opone" y vuelve a "exigir"; entonces la tercera "abre la boca", deja el silencio de lado y "aconseja" a la primera que acepte. En ese momento un gran silencio (o no) se hace en ese misterioso lugar y entonces ante el silencio de la primera parte, la segunda ante la falta de respuesta de la primera, se retira de "la mesa de negociaciones". 
Y todos nosotros pobres asalariados que hacemos lo que podemos por mantener al día nuestras cuentas y que esperamos algo, nos quedamos sin nada, mejor dicho nos quedamos con las manos vacías y lo que es peor con el silencio de quienes "nos representan".
Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia.
Buenas noches.

viernes, 17 de abril de 2015

Escribir por escribir.

Es detenerme un poco a pensar en algo, sin tener mucha idea de qué. Y empezar a hilvanar letras primero, palabras después. Releer lo escrito, tachar, volver a escribir. A veces las ideas vienen otras pasan de largo. Casi nunca se quedan a cenar conmigo, supongo tienen invitaciones mejores que las mías.
Cuánto tiempo hace que nos conocemos? Eso les pregunto a las palabras casi todo el tiempo y todo el tiempo nos extrañamos. No siempre tenemos cosas que decirnos. Nos quedamos callados. Pasa el tiempo o el tiempo nos pasa a nosotros.
Y por ejemplo esta noche, se vino la tormenta que remoloneaba hace un par de días y entonces la invitamos con las palabras para que se quede un rato con nosotros, nos regala truenos largos y relámpagos nerviosos. Y mucho ruido a lluvia, pareja y mojada. Hace bien al alma porque arrulla los sueños y las ilusiones, acompañan bien a las palabras para que no se sientan solas sobre el blanco papel (o pantalla).
Y sigo pensando y entonces mi pensamiento se estira, se alarga a otras cosas, a otros lugares, a otros sonidos y olores... eso es el pensamiento, y mientras digo esto, un trueno lejano pero extenso, me da la razón.
Leyendo a mis mayores también se que tengo razón porque antes ellos tuvieron sus propios encuentros con las palabras y sus propias dudas y sus propios fantasmas, sus propias lluvias y tormentas. Resulta entonces que leyendo sus obras, los conozco más a ellos. Y entonces como dice uno de ellos, tal vez un poco por su propia seguridad y un poco por que es así no más, no hace mucha falta conocerlos personalmente, porque si uno es fiel a su "palabra", aprende a conocerlos. Porque también por propia seguridad de los lectores, a veces no valga la pena conocerlos, porque cuando los conocemos, preferimos aquello que han escrito. En fin, creo que se enredaron un poco las palabras, pero la idea más o menos creo que está y se entiende. En todo caso si el escritor aún vive y va a la Feria del Libro, tal vez allí podamos verlo y en el mejor de los casos, tal vez nos firme uno de sus libros; con eso alcanza.
Pero sin llegar a ninguna Feria, yo particularmente me contento con que alguien me haya dicho que le gustó mucho lo que escribí, es una clara caricia para el alma.
Y no es por nada, pero me lo han dicho. Entonces por eso yo persisto en conversar con las palabras para que sigan estando conmigo y me ayuden a decir cosas.
Y entonces la lluvia se hizo finita, los truenos se van alejando cada vez más, los relámpagos se hicieron refucilos.
Yo sigo estando acá todavía, el sueño parece que no puede encontrarme. Mientras tanto sigo conversando para mis adentros...




martes, 14 de abril de 2015

Desconfío.

No puedo evitarlo ni quiero, a esta altura de mi vida ya no.
Esta mañana, hace algunas mañanas, entré a trabajar a un lugar y resulta que ahora es otro.
Resultan tan confusos los mensajes que emiten, que pretenden ir en un sentido pero todas sus acciones conducen a otro.
¿Cuál es el objetivo que persiguen? me pregunto, no son claros, insisto porque por un lado nos dan una palmadita amistosa pero por otro se comportan como perros desconfiados.
Por un lado te invitan a formar parte de "esta familia" pero por otra parte te revisan los bolsillos y las carteras.
Buenas noches.

sábado, 11 de abril de 2015

Medias

Es gracioso pero cada vez que salgo del piso para ir al baño, por ejemplo, me piden que les muestre las medias, mientras por las pantallas veo la flamante publicidad donde una rubia y alemana modelo baila con sonrisa bobalicona, muy divertida; seguramente a ella no le deben pedir que muestre sus medias.
Tenía que decirlo, es tan gracioso verla tan sonriente y ajena a nuestra cotidiana realidad de trabajo en este lugar.
Definitivamente ella es feliz y sonríe, mientras yo me encuentro ordenando la ropa interior, también sonrío.
En fin, se supone que estamos todos en el mismo equipo: la modelo rubia y de ascendencia alemana (me cuesta ver a mi alrededor a alguien así) y nosotros.
Buenas noches (o días).

Sentados en el cordón de la vereda.

Ahí estaban, sentados al borde de la ciudad, en el cordón del mundo. El hojeaba ávidamente una de las revistas que acababan de encontrar en el canasto de la vereda donde solemos dejar basura. Con un par de lentes viejos, seguramente encontrados también por ahí, recorría las viejas páginas descoloridas de la revista, como si estuviera sentado a la mesa de desayuno de un lujoso hotel de Pto. Madero. A su lado, ella arreglaba su pelo con la punta de sus dedos, mirándose en un espejo barato de marco plástico y redondo, su pelo un poco enmarañado por el hollín callejero y que se empeñaba en caer sobre su cara, alguna vez había sido del color de las almendras, pero eso no le preocupaba, con un par de invisibles lo acomodó para enmarcar su bello y curtido rostro, para poder tener la mirada despejada.
Como al pasar, el hizo un comentario de algo que vio en la revista y ambos rieron, como tal vez la vida no les sonreía a ellos.
Pero que importaba, ¿no? si se tenían el uno al otro y el carro de supermercado para poder juntar cartón, botellas plásticas, su propia ropa, su propia historia.
Recorrían las calles al margen de la sociedad que les había vuelto la espalda hace algún tiempo, recogiendo cosas que alguna vez habían tenido dueño o que ahora estaban en el fondo de alguna de las bolsas que llevaban colgando a los costados  del carro, como alforjas de un destino incierto.
Se veían despreocupados a pesar de no saber nunca donde pasarían la noche siguiente, ya que casi siempre la pasaban en diferentes lugares.
Mi viaje en colectivo no permitió ver mucho más que eso, pero era suficiente para saber que nada de lo que la sociedad les había negado, necesitarían, pues para eso se tenían mutuamente, si había alguna cosa de valor que pudiera interesarles, para eso tenían sus bolsas plásticas y su carro.
Los siguientes días que paso por esa calle, no pude verlos, tal vez estén en algún cordón leyendo revistas viejas y por que no recordando algo de sus vidas anteriores, porque los imagino con un pasado, el cual tal vez los persiga en sueños.
Después de todo, a todos nos persigue nuestro pasado, aunque más no sea en sueños.

Globalización

En el mundo globalizado de las apariencias ser y parecer se confunden hasta tal punto que llegamos a pensar y creer las mejores cosas de una persona, cuando en realidad nos deslumbramos, nos obnubilamos con una imagen creada que nada tiene que ver con la realidad de esa persona. Es decir "compramos" una imagen, idealizamos un concepto, una idea, una persona.
Ser y parecer ¿"son" lo mismo? En nuestra cultura occidental sudamericana mayormente cristiana y capitalista, SI; y vuelvo al término "comprar" porque compramos algo por la imagen que de eso nos muestran porque se ve atractiva y posible y promete muchas cosas que se pueden alcanzar.
Entonces pareciera ser que no importa si la persona es feliz, pero si lo parece ¿es como si lo fuera? Eso me pregunto, porque ¿qué cosa es lo importante realmente?
Parecer feliz, porque ese modelo lo parece, porque se ve feliz y ¿por qué tendría yo que dudarlo? y tal vez tendría que dudarlo porque no lo conozco personalmente y no puedo saber realmente si lo que me muestran es la verdad, porque ciertamente es real. Pero lo real no siempre es verdadero. Es una paradoja de los tiempos que corren, de los tiempos que vivimos, porque es una paradoja que ser y parecer sean o no lo mismo.
Los tiempos cambian y no podemos saber aún si es para mejorar o no a las personas. Para algunos seguramente si para otros no.
Donde quiera que estemos siempre se pone en juego esta cuestión del ser, del parecer, no importa si soy un  buen tipo, solo importa parecerlo. ¿Yo lo parezco? ¿no? entonces me esforzaré en parecerlo ya que supongo debe ser el mandato actual, vernos siempre bien.

martes, 7 de abril de 2015

La diferencia somos nosotros

Esta reflexión está dedicada a quienes trabajan conmigo. No voy a mencionar el lugar, pero sabemos de que lugar estoy hablando.
Me sucedió hoy, pero no es la primera vez que me sucede. Todos aquellos que trabajamos en contacto con el público, tenemos diariamente diversas experiencias y no todas son positivas y dignas de mencionar. Todos sabemos lo difícil que es tratar con la gente, pero cuando todo sale redondo, es reconfortante.
Cuando uno atiende a una persona y esta persona se siente bien atendida, se siente considerada, se siente tenida en cuenta, esa persona nos lo hace saber y la empresa no tiene nada que ver con eso. Ahí en ese momento es uno mismo quien con sus propios medios, consigue que un cliente se vaya del negocio contento luego de gastar su dinero. Uno se dedica a escuchar a esa persona, en principio para saber que necesita y para poder ofrecerle lo mejor de acuerdo a su necesidad y alcance, y luego porque al establecer ese vínculo, uno también termina ganando algo y que no es precisamente dinero, ya que el dinero se lo lleva la empresa, sino que como persona uno se enriquece infinitamente en ese contacto, en ese intercambio con aquel cliente.
Recuerdo a un director de tienda, muy al principio, aún antes que inaugurara la tienda, decir que la empresa invierte fortunas en llevar al público a las diferentes sucursales y que la mayoría de los productos se venden solos. Recordando esto en la distancia, veo cuanta soberbia en esas palabras, y cuanta necedad en ese pensamiento. Cuanta mediocridad. Por lo visto alguien por encima suyo algo habrá visto mal en el, que lo bajaron del pedestal donde se creía parado. En fin, supongo que ese era un ejemplo extremo del pensamiento de la empresa, porque tampoco soy ingenuo al pensar que quienes están ahora, piensan diferente. En lo absoluto. La ideología de la empresa mantiene la misma conservadora rigidez que piensa a los empleados (colaboradores, asociados llaman eufemísticamente otras empresas) como variables de cambio, de ajuste, el trabajador siempre fue el hilo más delgado y el primero en cortarse (y si es de agencia más delgado todavía). Por un lado pretenden hacer creer que lo más importante es el diálogo, pero por otro bien sabemos que no hay diálogo, solamente un monólogo unidireccional. Alguna que otra vez, debo reconocerlo, si hay algún punto que si permite ese diálogo, aunque no modifique sustancialmente la relación de fuerzas dentro de esa estructura. Esto es cambiar algo (pequeño, insignificante) para que no cambie nada (profundo, sustancial, importante).
Volviendo al principio, vuelvo a poner aquí la importancia de quienes día a día sostenemos con nuestro trabajo el funcionamiento de la empresa, por eso cuando se cuestiona nuestra permanencia, esta importancia se reduce a cero. Un día te dan un cuadríto, un cartel donde te reconocen, al siguiente te informan la disponibilidad. Entonces reuniones, eventos, reconocimientos son iguales a nada cuando deciden ellos solitos que ya no te necesitan.
Esta reflexión me hace pensar que a todos nos iría mucho mejor, si realmente tomaran en cuenta aquello que pensamos, aquello que creemos. Porque si bien lo dicen, realmente no creen que lo más importante somos nosotros, quienes verdaderamente contribuimos a sostener el funcionamiento diario el monstruo. Porque son tan obtusos que no se dan cuenta que la diferencia somos nosotros.

Esto lo escribí en noviembre del 2011 a propósito de mi experiencia en el lugar donde trabajo. Hoy lo leo y lamentablemente no noto un gran cambio. En cambio sigo creyendo lo que dice el título.
Buenas noches.

I believe

porque si no creyera
hubiera dejado todo
hace tiempo,
puedo estar desanimado
algunos días
y algunos días
más desanimado que otros
pero después todo mejora un poco
al menos un poco, lo suficiente
como para comenzar otra vez
mejor dicho, a retomar
el camino, porque el camino
siempre es el mismo...
y aquí estoy una noche más
buscando el sentido de las cosas
a través de las palabras...

domingo, 5 de abril de 2015

reflexión


una cosa es cierta
cuando uno dice algo, siempre
hay otro que escucha
y no siempre responde
o responde a través de otros
mantenemos conversaciones acerca
de algo que otros suponen conocer
y por lo tanto
en base a esos supuestos
esos otros creen saber quienes somos
una persona es un ser tan complejo
que por cada pensamiento que tiene
y hace palabra hablada
se ponen en funcionamiento
muchos mecanismos mentales, anímicos, sensoriales
cuando alguien dice algo, cuando lo escribe
no es solamente eso, es mucho, mucho más
que la limitada manera de expresar algo
que es la palabra escrita
porque uno se expresa de cientos de maneras
diferentes, que suponer que uno se representa únicamente
a través de aquello que escribe
es tan errado como suponer
que dos y dos es cinco
para ser justos con alguien
debemos ir más allá de la palabra escrita y considerarlo
de manera integral, siempre que
haya manera de hacerlo
una persona se expresa con las palabras
hablada y escrita, pero también a través de los gestos
las posturas, a través del cuerpo en su riquísimo lenguaje.

Parque Lezama



tirados en el pasto del parque lezama
contando pájaros
soñando nubes de formas divertidas
sintiendo la respiración tranquila
mientras alrededor
el mundo nos ignora
y nosotros ignoramos el mundo
porque mientras estemos ahí
el mundo no se da cuenta
de nuestra ausencia,
tanto mejor para todos.
pareciera que mientras vemos al mundo de espaldas
el tiempo no pasara
o al menos no pasa para nosotros
es como si de pronto
la incredulidad por las cosas extraordinarias
fuera suspendida
mientras permanecemos allí
mirando el celeste cielo
como cuando lo mirábamos de chicos
con la misma inocencia y la misma esperanza
de que sucedieran cosas portentosas
tan sólo por el poder
de nuestra imaginación.
estiro la mano
y me encuentro con la tuya
buscando tal vez lo mismo que yo:
                                                       calma,
tal vez porque todos buscamos lo mismo
en algún momento de nuestra vida,
pero aún así celebro
que sea tuya la mano
que encuentra la mía
a través del pasto fresco
de este parque de otro tiempo,
un tiempo lejano y en color sepia
donde alguna vez
supe pasar mis tardes
cuando mi imaginación no había hecho posible aún
la mano que acaricio ni la mirada que sostengo,
es que el otoño trae a veces
imágenes extrañas que como recuerdos ajenos
se empecinan en dejarme lágrimas
por las cosas que no fueron
ni serán jamás.

No soy un número


no soy un número, qué soy entonces...?

un proyecto, una imagen, un destino...

la emoción de mi sangre pesa más cuando menos lo espero, uso saco y corbata pero no soy un número,creo que rompo la estadística solamente para joderla un poco quien me mira, no tiene idea de quien soy.en realidad a veces no me interesa solamente me interesa el mensaje que quiero dejar...

pero algunos tan solo se quedan en la primera imagen la imagen simple, sencilla, cómoda que pueden catalogar, clasificar, poner en una cajita entonces nos quedamos todos tranquilos...

"total el tipo usa saco y corbata, está todo bien,es inofensivo..."

ellos nada saben que sucede detrás de mis lápices y pinceles.

mucho mejor, mucho mejor amigo mío.

porque de esa manera puedo esparcir lenta, sutilmente mis palabras, mis ideas a mi alrededor a tu alrededor...por eso si me ves cerca, quedáte tranquilo porque trataré de alguna manera de volarte la cabeza...

por eso te digo, no soy un número.

soy algo peor, porque puedo ser lo que no te imaginás.

poema


lugar...

yo lo conocí,
alguna vez quizás
mítico lugar
donde adiós y jamás
no se pronuncian
tal vez porque los sueños
no conocen
de puertas cerradas
ni ojos tristes.

Ciertas empresas

Las empresas suelen tomarse un tiempo paquidérmico en resolver algunas cuestiones que tiene que ver con sus empleados,por que consideran que el tiempo de espera de estos es flexible y por eso se toma todo el tiempo que consideran necesario e incluso apelan siempre a que la resolución escapa al poder de decisión de las primeras escalas ejecutivas. Siempre hay una instancia superior que debe considerar las peticiones, las necesidades y en algunos casos las urgencias.
La globalización de las grandes empresas lejos de ser una ventaja para los trabajadores, termina siendo un factor más de inestabilidad laboral, ya que muchas de las decisiones que no son beneficiosas para aquellos, son las que se toman a  nivel corporativo, global. Por esta razón como son demasiados los engranajes que componen la maquinaria empresarial, los tiempos que manejan los "hábiles ejecutivos" no condicen con los tiempos apremiantes de los últimos eslabones de esta "formidable cadena empresarial", cada uno sabrá donde ubicarse y es mejor que se ubique, caso contrario... caso contrario ya sabemos que sucederá. En estos casos las decisiones no tienen que recorrer grandes distancias, entonces y de repente el elefante se vuelve ágil, expeditivo y eficiente.
El ritmo de la mayoría de las empresas (no puedo decir de todas, ya que no las conozco a todas) se marca verticalmente de arriba hacia abajo, de tanto en tanto hay algún que otro pulso horizontal que modifica levemente ese ritmo, pero el sistema se autoregula para que pueda seguir funcionando, e incluso algunas veces la misma empresa genera esos pequeños pulsos para demostrar que es flexible y permeable a los cambios. En realidad cambia algo insignificante para no cambiar nada que sea significativo, es una estrategia vieja como el mundo.
En fin... son apenas algunas palabras de reflexión sobre nuestra realidad cotidiana. Si alguien quiere aportar, bienvenido. Buenas noches. 

boceto para un hada celeste (creo)

porque de vez en cuando, creo
Esta tarde creo
un viejo niño de pantalones cortos y remerita rayada
de vivos colores, me habita, y creo
porque en días así es necesario
creer y permitirle a los niños
                                            regresar
como quien regresa de un largo
                                                 y antiguo viaje
trayendo pequeños y sencillos regalos
el niño, con sus viejas zapatillas acordonadas,
nada sabe
de lo que saben los niños de hoy,
el niño trae cositas en sus pequeños bolsillos:
bolitas cachadas, alguna figurita antigua y descolorida,
moneditas sin valor, 
mariposas con sus alitas deshilachadas,
rueditas sueltas de algún autito perdido,
piedritas y caracoles
juntados en algún arroyo del litoral ancestral,
papeles arrugados de caramelos,
boletos capicúa, y nada...
y esa nada que uno decía respondiendo
cuando nos preguntaban:
                                        "¿Qué estás haciendo?"
esa nada eterna que duraban
aquellos partidos de fútbol
en el terreno baldío
o esa obra en construcción que a ese niño
se le antojaba ser una nave espacial
o castillo
o barco pirata...
y por todo esto y por tanto más
                                                  CREO
porque creo en las eternas tazas
de nesquik o café con leche
de tantas meriendas con dibujitos a la tarde
con galletitas, con pan y manteca y azúcar
                                                                mmmmmmm...
en eso creo, porque no está mal creer
en el viejo niño
que nunca creció y permanece
para guardar nuestros tesoros por siempre.

esta tarde es cuando
                                de vez en cuando creo
y le permito a ese niño
                                   habitarme.

Palabras en el trabajo

Palabras en el trabajo

25 de enero de 2015 a la(s) 9:36
Wilde 17 de enero de 2015, siendo alrededor de las 16 hs.

Es curioso pensar en el tiempo mientras pienso en el tiempo.
Casi dos horas pasaron desde que entré al trabajo, casi tres que salí de casa.
En caso de transcribir esto, lo haré posiblemente a última hora de hoy o tal vez mañana, igualmente no es seguro. Y entonces cuando las palabras se plasmen nuevamente, ya esta reflexión sobre el tiempo será tan solo una anécdota. Apenas ocupará un breve pensamiento en mí, siendo que ahora mismo, mientras lo escribo, es un pensamiento que ocupa una parte fundamental en mi mente, en el aquí y ahora.
Escribir es apenas un ejercicio que solo me satisface a mí, es por así decirlo, un entretenimiento egoísta, que tal vez deja de serlo si alguien más lo lee, porque definitivamente yo soy mi primer y solitario lector. Cuando alguien más recorre esas palabras, participa de alguna manera en mis ideas sean cuales sean.
Y finalmente o no finalmente, han transcurrido unos quince minutos desde que escribí las primeras palabras de esta reflexión. Porque escribir lleva tiempo y el tiempo transcurre como más blando, más amable, diferente en este momento en que estoy escribiendo y llenando esta hoja de papel con las palabras que tratan de dar forma a aquellas ideas que surgen en mi mente.
Y el tiempo continúa ciertamente su camino indiferente a todo, eso es un punto crucial, el tiempo es inmutable, lo inmutable es precisamente la percepción que tenemos de él. Y lo mejor (o lo peor según se mire) es que mientras yo sigo escribiendo, el tiempo sigue su marcha irreversible, irremediable, absolutamente ajeno a cualquier pensamiento que sobre él pueda o podamos volcar.
Para mí ya transcurrió, afortunadamente digo, casi media hora, pero atento y aquí es cuando lo subjetivo se transforma en algo fundamental, esa media hora que pasé si bien me acerca al momento en que termine mi horario laboral, me acerca también un poco más a la muerte. Y este es un pensamiento existencialista pero a la vez humano, cada fracción de tiempo por pequeña o grande que sea, nos acerca también irremediablemente a la muerte, entonces este pensamiento que si bien en un principio pudo ser banal, trivial se torna vital porque estamos hablando del sentido de la vida porque hablar de la existencia es hablar de nuestra condición humana: trágica, vital, finita y con mucho sentido. Precisamente con el sentido que decidamos darle, con el rumbo que queramos para nuestra propia vida.
En el momento que estoy escribiendo esto sigo consciente precisamente del tiempo y de cómo transcurre y debo hacer referencia nuevamente a que desde que comencé a escribir ya ha transcurrido bastante más de una hora. El tiempo sigue su rumbo totalmente ajeno de mis palabras, de mis ideas.
En fin, lo único cierto es que me encuentro conmigo mismo mientras expongo en este papel mis ideas, las cuales probablemente no sean para nada originales, pero hoy por hoy mientras yo invierto “mi tiempo” en escribir esto, otras personas a mi alrededor consumen su tiempo, consumiendo o con otros problemas más “cotidianos” que también hablan de la vida. Pienso también que a mi alrededor en la vida diaria de mi trabajo, puede ser que no todos compartan estas inquietudes, cada cual con sus pensamientos.

Arte para mejorar la vida.

Arte para mejorar la vida.

26 de marzo de 2015 a la(s) 23:24
Que hace algún tiempo pinto, no es un secreto. Que hago fotografía, tampoco. Que escribo en los papeles que ya no sirven en el trabajo, nadie lo sabe. Bueno ahora sí.
Cuando se incorpora la mirada artística a la propia vida, todo cobra un sentido nuevo, otro significado, no exagero. Hoy en día ya no podría concebir mi vida alejado de papeles, pinceles, lápices, colores…
 La mirada cambia totalmente. Yo voy por la calle y esto es verdad, miro proporciones, perspectivas, sombras, texturas, regla de cuartos, formas, también escucho sonidos, me detengo a oír y ver cosas que estoy absolutamente seguro, no cualquiera puede o sabe hacer. No es jactancia, es aprendizaje.
Los distintos talleres y cursos de artes visuales y fotografía, incluso aquel lejano taller literario que supe hacer hace ya tanto tiempo, me han servido mucho, muchísimo. Esas experiencias de iniciación fueron las que han ido abriendo la cabeza a un mundo que convive con el mundo “real” de la vida diaria. Me siento privilegiado por poder disfrutar de ese conocimiento, por tener un espacio para crear y esto es a lo que quiero realmente apuntar: la creación.
El acto de crear es algo único.
Recuerdo, mejor dicho me recuerdo a mi mismo hace unos... treinta años? Wow…  increíble pero real, queriendo escribir. Bueno, realmente escribía y eso fue mi primer experiencia como creador. Creaba historias. Inventaba historias con forma de poemas y cuentos y también fallidas novelas que nunca supe como continuar, tengo unas cuantas empezadas y sabe Dios que nunca llegaré a terminar. Pasaba horas por las noches poniéndole palabras a mis sueños. Me acuerdo como si fuera hoy. Cualquier cosa podía inspirarme para escribir algo. Una imagen, un dibujo, una situación. En verdad creo que funciona así. Me dormía muy tarde escribiendo y escuchando música, infaltable. Me daba una sensación de libertad e independencia. Y también leía. Leía bastante, libros no me faltaron afortunadamente. Luego vinieron mis primeras experiencias pictóricas. Autodidactas. Claro que tengo que reconocer que había visto a mi papá muchas veces dibujando y pintando desde que era muy chico.
Pero yo quería tener mis propios lápices y pinceles. Y los tuve. Y los tengo y los seguiré teniendo. Colores a través de témperas, acrílicos, oleos, pasteles, tinta, papeles. Comencé a probar y a experimentar y aún lo hago, eso es lo maravilloso, que nunca se deja de jugar con el arte. Tablas, cartones, papeles, telas y bastidores hechos por mí, el piso, una pared, la arena, todo sirve para expresarse.
Los sueños buscan salir a la luz de cualquier manera, se expanden sirviéndose de cualquier elemento que pueda conseguir, una forma, un sonido, una palabra, un trazo, una emoción.
Recuerdo de aquellos primeros años, mis experimentos con las palabras en el espacio del papel. Podía utilizar un lápiz, una lapicera, una pluma con tinta, un pincel, la máquina de escribir. Lo importante era  escribir, poemas con formas caprichosas, palabras unidas por el sonido apenas, traídas a la superficie del sonido tal vez por sus formas, por la consonancia. También por los silencios. Qué importante es el silencio como lo es el papel en blanco o el espacio vacío. Cuanto significado cobra ahora ver un poema con su estructura aparentemente quebrada, un poema atravesado de silencios, sentidos interminables e infinitos leídos una y otra vez. Puntos suspensivos, comas, signos de admiración, de interrogación, comillas, paréntesis y tantos símbolos dándoles tanto sentido a un poema.
Palabras tras palabras hilvanadas detrás de un sueño, de una idea, de una ausencia, de una presencia. Sentía que había tanto por escribir y eso no ha cambiado, siempre hay tanto por escribir. Por aquellos días mis poemas consumían varias páginas, ahora en una página puedo albergar varios poemas. A veces son solo frases que encierran o despiertan sentidos. Hoy tienen esas formas tal vez un poco diferentes a los de ayer, pero en el fondo siguen diciendo lo mismo. “La canción siempre es la misma”.
Ir a Bellas Artes, definitivamente me abrió una puerta que hasta ese momento tenía vista y no había tenido la oportunidad de conocer. Realmente me permitió entender que si la necesidad de expresarse está, no debiéramos nunca negarnos a hacerlo. Yo hasta ese momento había tenido cierto “respeto” por el arte, esa clase de respeto casi prejuicioso, porque simplemente uno no se siente capaz de hacer cosas. Cuánto tiempo había perdido hasta ese momento, realmente. Pero mejor tarde que nunca. Aprendí la teoría necesaria para poder perder ese “respeto” por el arte y entender finalmente que cualquiera puede acceder a ese mundo. Solo es necesario atreverse, todo es permitido. Es probar, experimentar, mucho ensayo y error para poder llegar a “ver”. Hoy me siento feliz de llegar a casa y poder hacer algo luego de haber estado un día pensando el cómo.
Eso me hace bien, poder trabajar con materia para darles una forma que me busca a mí, más que yo buscarla a ella. Mezclar colores, materiales, texturas, técnicas y quien sabe que más… Y siento que apenas estoy comenzando, eso es lo más emocionante.
Mientras escribo esto, miro algunos de los cuadros que pinté, y los siento observándome y me siento orgulloso por haber llegado a ellos, por haberles dado vida. Eso siento. El proceso puede ser más o menos largo desde que comienzo por alguna parte. Ya lo dije antes, puede ser una idea, una imagen, una mancha, un recorte de papel, un pliegue del papel o del cartón; miro los pasteles sobre la mesa, o los acrílicos, o los pinceles, una carbonilla, un lápiz de grafito 4B, tinta china, lápices de colores, marcadores, objetos variados, pedazos de madera o de plástico, etc… son tantas cosas de las que puedo servirme para sacar afuera eso que permanece adentro.
Esta misma notebook me permite decir esto y poder compartirlo. Es una herramienta más. Tan válida como los pasteles al óleo que me fascinan por la nobleza de su materia, sujetarlos mientras los deslizo sobre un papel, un cartón, sentir su olor me hacen feliz. Poder  darles calor con mis manos para hacerlos más corredizos, más amables, más míos… Me miro las manos enchastradas de pastel, de acrílico, de tiza, de tinta, de plasticola y siento que no podría estar haciendo otra cosa, siento que no podría estar en otro lugar en ese preciso instante.
También me sucede hace menos tiempo, pero también es una sensación poderosa, con la fotografía. La descubrí hace relativamente poco y siento que la conozco de toda la vida, parece una cursilería, pero es la frase que mejor refleja lo que siento. Buscar y “crear” una imagen también es algo increíble. Transmitir algo a través de una fotografía es algo realmente poderoso. En fin, estoy hablando del poder y el valor de una imagen. Es el valor que tiene algo captado por los sentidos. Eso es traducido por el cerebro y produce un estado de ánimo. Eso es lo poderoso del arte. Uno conmueve a través de la creación.
Lo pienso y suena algo pretensioso, pero es lo que siento. Haciendo esto que amo, es cuando más auténtico me siento. Definitivamente soy yo. No hay máscaras, no hay excusas, no hay prejuicios, no hay impostación, no hay personaje. Si leés algo que escribí alguna vez, hace un mes, un año, diez, quince o más me estás leyendo a mí. Si mirás algo que dibujé o pinte la semana pasada, o hace cinco años o hace diez, también soy y o, vas a saber de mí, vas a conocerme sin saber quien soy. Si te colgás con una foto que subía al FB ayer o la semana pasada o el año pasado, también me conocerás un poco más.
Yo no voy a hablar de mí porque hoy te puedo decir algo que tal vez mañana me parezca ridículo y al día siguiente haya olvidado, porque soy humano ni más ni menos. Porque creo que el ser humano es contradictorio porque es la naturaleza de la especie. ¿Qué quiero decir con esto? Que hay cosas que no debemos tomarnos tan en serio. La vida es una sola.
 Pero si se te ocurre pasar por algo que hice, entonces siempre voy a ser yo. Todo el tiempo, siempre.
Es una invitación apenas, nada más y nada menos.
Gracias.
Buenas tardes. Damos inicio a la transmisión de Limón áspero. Este nombre lo tengo desde hace un par de años cuando había pensado el nombre para una revista. Obviamente la revista que había proyectado en mi cabeza, nunca pasó más allá del nombre. Yo tenía otros dos blogs donde eventualmente venía publicando distintas cosas: relatos, poemas, fotografías, pinturas, etc... pero me sucedió algo con las claves de acceso y "chan!" perdí el acceso. Entonces la oportunidad perfecta para utilizar ese nombre que me había quedado en el tintero, apareció. Una puerta se cierra y se abre una ventana, supongo.
Haré enlaces a mis anteriores blogs para tener acceso a todo aquello que quedó como perdido en el espacio virtual. Todo aquel que quiera ver o leer algo publicado por mí años atrás, podrá encontrarlo aquí también.
En principio en Limón áspero volveré a publicar notas y escritos en FB, reflexiones y cosas que tenga ganas de escribir. Para mí será un reencuentro con la escritura principalmente. Espero encontrar alguna respuesta por parte de mis eventuales lectores, pero si no es así, igualmente seguiré escribiendo.
Bienvenidos y muchas gracias.