domingo, 18 de abril de 2021

Palabras nocturnas

  

Hace algún tiempo que no pasaba por acá para dejar algunas impresiones escritas sobre mi manera de pensar y ver las cosas.

Todos los días me levanto agradeciendo por un nuevo día, cada día me levanto agradeciendo al Universo, por el cielo que está sobre mi cabeza. Hace dos años se fue mi mamá, creo que en ese momento entendí que aceptar y agradecer, como dicen ahora, es todo lo que está bien. En ese momento, acepté que era el momento que ella se fuera y el momento de agradecerle por la vida que me dio. Hoy tengo 56 años, una hermosa familia compuesta por Gabriela y Milagros (madre e hija), la incertidumbre por haber perdido el trabajo por causas que me han excedido, y tal vez la certidumbre de que todo estará bien, aunque no lo sepa realmente. Entonces aceptar y agradecer, ha formado parte de mí.

Porque se trata de aceptar las cosas buenas y malas, pero también de agradecer por las cosas buenas y malas. Y también aceptar y agradecer por aquellas cosas que no son ni buenas ni malas. Cada día es un interrogante, que no siempre se responde y está bueno que no se respondan para que la historia tenga sentido.

Y hoy estoy aquí, escribiendo como suelo hacer de vez en cuando, porque es lo que hago además de tratar de pintar o de crear pequeñas criaturitas u objetos de madera y alambre, para tratar de encontrarle alguna explicación a las cosas que vienen sucediendo, en este Universo. Una explicación que no viene en forma de palabras y que trato de encontrar haciendo arte, a mi manera.

Pero estamos en el 2021 y parecemos sobrevivientes de una guerra que nunca sucedió. Juntando los restos que todavía están cayendo por todas partes. Sentarse un día frente a la televisión haciendo zapping por los noticieros, es una manera muy efectiva de envenenarse. Sin embargo, no está todo dicho, todavía trato de encontrar el sentido y todavía sigo teniendo esperanzas, porque como dicen, la única guerra que se pierde, es la que se abandona.

Yo creo que mientras tenga algo para decir, lo seguiré haciendo de esta manera o de la otra, buscando formas sobre una tela o un papel o un pedazo de madera. Y por eso sigo dando las gracias, cada uno de los días. Y sigo aceptando mi lugar.