viernes, 11 de septiembre de 2020

Convocatoria libre, a los espíritus libres y creativos


 Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Con estas palabras quiero convocar, como digo en el título a aquellos de espíritu libre y creativo. Voy a tratar de explicar de que se trata e intentaré ser lo más claro posible. No seré breve, aviso, cuando comienzo a escribir, no se cuando terminar y a veces termino cuando no tengo más que decir.

Básicamente lo que quiero hacer es buscar personas afines a mi espíritu, con quienes tener encuentros regulares a través de alguna plataforma (zoom, skype, meet, etc), con quienes poder compartir inquietudes de índole artística, filosófica, humanas. En principio quedarían excluidas la religión, la política partidaria, los deportes. Quiero tratar de ser lo más amplio posible en la inclusión de inquietudes. Creo que puedo decir que tengo un espíritu sensible a valores humanos universales. Pero soy un hombre imperfecto que aspira a un mundo mejor y creo que el mundo cambia, si uno cambia.

Mi búsqueda es a través del arte en general y en particular son la literatura (poesía, novela, cuentos, ensayos, etc), las artes plásticas y visuales (escultura, cine, fotografía, video…), la música (dentro de la música y quiero dejarlo claro desde el principio, respeto todas las corrientes musicales, pero no todas ellas son de mi agrado, el gusto es algo difícil de explicar: me gustan el rhythm and blues, el jazz (y sus vertientes y derivados), el rock (nacional e internacional, pero no todo) , el blues, el funk, el tango electrónico o de fusión, el candombe, el bossa nova y la música popular brasileña, la música clásica, el chillout y sus variantes, el lounge, algo de pop de los 80 y 90, la música disco (con los años, me di cuenta que me gusta bastante), electrónica (no todo), lo que en algún momento se llamó new age (música de influencias varias, mayormente instrumental), quedan definitivamente exceptuados de esta clasificación a saber: el reggaetón, la cumbia en todas sus variantes, variables y acepciones, sin excepción; quedan fuera también de mis preferencias la balada romántica en español, los ritmos caribeños (bachata, mambo, bolero, salsa, etc…), el country, el metal (salvo honrosas excepciones). Me gusta el cine de autor, me gusta el cine que cuenta historias, que conmueve, que emociona sin parafernalias de FX (me gustan, por supuesto) y que nos dejan pensando cuando salimos del cine o terminamos de verlas en casa, me gustan las historias de personas comunes y corrientes que tienen problemas comunes y corrientes, pero también me gusta la magia, la imaginación, la sorpresa, las ilusiones, no hablo de géneros cinematográficos, hablo de lo que me gusta cuando miro una película, me gusta identificarme con los personajes, creerles, amarlos, odiarlos. En fin, que se yo, contar historias a través de imágenes es algo poderoso e increíble. Me gusta la literatura como medio de expresión, me gustan los cuentos, la novela, la novela gráfica, la historieta, la poesía, con esas palabras me sumerjo en un sinfín de imágenes que estimulan mi imaginación, es algo que me pasa desde que era chico y comencé a leer. A través de la literatura uno conoce el mundo, aprende y comprende, se puede viajar, abre mundos desconocidos, universos, pero también podemos conocer como es el ser humano, saber de sus miedos, sus sueños, su dolor, aprendemos sobre el alma humana. Aquellos que han visto algo antes que nosotros, que han visto más allá y que no siempre son comprendidos, hablo de los autores, claro está… Siempre he admirado la magia de darle sentido a esa sucesión de palabras, con las mismas palabras que conocemos todos, ellos han hecho magia y eso es admirable, yo admiro a los escritores, a los artistas, a los artífices de la palabra. Creo en ellos cuando dicen que no podrían hacer otra cosa más que escribir.

La fotografía es otra manera de narrar historias y me fascina. También admiro a aquellos autores que nos han mostrado el mundo a través de sus ojos. Más que mil palabras dicen. Han construido con sus imágenes realidades que conviven con la nuestra, pero que no sabemos ver. Son como profetas (creo que todos los artistas lo son) que nos interpelan con sus obras, pero que nos dan esperanzas después de todo.

La pintura es para mí, libertad. A lo largo de la historia de las artes, es el artista alguien que puede o no pertenecer a su tiempo, pero que sabe capturar la esencia de su tiempo, puede condensar el sentido de la existencia del ser humano. Cuando miramos una pintura plasmada hace uno o dos siglos, incluso un graffiti, podemos descifrar en esas formas, colores, texturas, parte del alma de su autor. Uno puede expresarse a través del color, también de las formas, se deja llevar por una especie de ensueño mientras construye una imagen, por eso digo que es libertad. Al conocer la vida de muchos artistas, muchas veces el común denominador es la incomprensión, la indiferencia, la burla, la muerte, el olvido. Hay quienes descreen del artista como el ser que sufre para poder construir su obra, obviamente no todos los que sufren pueden ser artistas, ni todos los artistas han sufrido. Sin embargo, yo si creo que aquel que ha atravesado un tormento propio y nos deja un legado, se ha redimido y ha redimido parte de la humanidad. Vamos que hay seres que sufren por sus propias vidas, pero también por el ser humano, y eso se puede ver a través de sus obras.

Dicen que la filosofía es el arte de hacer preguntas más que de dar respuestas. Eso me interesa, la inquietud del espíritu, que nos obliga a estar siempre despiertos, alertas, atentos, en permanente vigilia. No creo que ninguna clase de dogma, de instrucciones, de recetas, de obsecuencias disfrazadas de lealtades. Creo que solo nos debemos lealtad a nuestra libertad, a nosotros mismos, a nuestros ideales, a quienes somos (aunque es cierto que el hombre también es una construcción social, atravesada por muchas fuerzas). Pero atentos que hoy somos alguien ciertamente diferente a quien fuimos ayer y seguramente a quien seremos mañana, no podemos pecar de necios, no podemos creernos la soberbia de nuestras posturas sin haberlas puesto en debate con alguien más, porque eso nos hace mejores personas. Una obra de arte es mejor porque puede ser disfrutada por alguien más que su autor. Personalmente creo en el poder de la palabra. Creo en compartir las ideas. Lo que nos está pasando ahora como sociedad, nos pone a prueba, no puede dejarnos indiferentes, nos exige compromiso, creatividad, nos desafía, corre los límites, las fronteras del pensamiento, de la acción.

Tengo inquietudes humanistas, ante todo, humanistas, por eso creo en la libertad de las mentes, de los corazones, de los espíritus. Y por eso digo que no creo en la religión como es entendida clásicamente, ni la política partidaria, porque son maneras de someter, siempre han sido maneras de someter y a esto le agrego ciertos deportes, lamentablemente, una práctica que supuestamente tiene que ver con la formación de las mentes y los cuerpos, se ha transformado en otro medio de sometimiento, que tiene que ver con intereses que están en las antípodas de aquellos cultores originales de las olimpíadas. El deporte se ha vuelto un negocio feroz, que necesita de una masa no pensante para poder crecer, que necesita almas simples para conseguir más y más poder. Utiliza la lógica de la competencia en su más cruel acepción, donde el oponente, es el rival a destruir, a vilipendiar a quien no piensa como uno, a quien no lleva los mismos colores, la misma bandera. Esta misma lógica, se aplica a la política partidaria, al menos en nuestro país (será por eso que muchos “simpatizantes” -barrabravas- de algún equipo de fútbol, forman parte de ciertas facciones políticas o sindicales). Pero no quiero quedarme con esto, no vale la pena.

Como decía, me interesa lo humano en el ser humano, aquello que lo hace sensible, y las formas en que un ser humano se manifiesta, a través del alma, del corazón, del intelecto, sobre todo de la creatividad, del espíritu incansable, indomable, libre.

“A veces cuando las cosas parecen estarse derrumbando puede que más bien se estén colocando en su lugar.” Dijo el Principito, entre otras cosas muy sabias.

Bien, al final debo decir que quedaron advertidos sobre la extensión del texto. Ahora que lo vuelvo a leer, es un texto con pretensión de manifiesto. Espero haya quedado claramente expuesta la intensión de quien escribe. No tengo pretensiones de tiempos. Quien se haga eco de esto, bienvenido. Por mensaje privado podremos ir conectándonos, claro si es que alguien llega al final de este testamento sin herederos. Lo iré republicando cada tanto. Muchas gracias.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Aislamiento social obligatorio

Vivimos en (de) un estado paternalista. Desde mediados de los 40 que un gobierno importó la novedad y década tras década y golpes de estado mediante (y por supuesto, la letra con sangre entra), fuimos aprendiendo de las bondades de un estado que provee todo. Dicen que el primer trabajador moldeó y modeló la gran masa del pueblo argentino, para darle aquellos derechos que ignoraba que tenía. Ah y si a alguien no le gustaba o tenía alguna otra idea, palos. Pero no todo fue malaria. Es cierto que desde ese momento comenzó un gran período de prosperidad para la Argentina, fue el granero del mundo. El problema fueron las concesiones que se hicieron con algunos sectores, y la falta de un consenso con otros. Digamos que mataron la gallina de los huevos de oro, se dilapidó, se despilfarró, hicieron un pacto con el diablo en vez de hacerlo con los trabajadores. Dirán que la oligarquía, que el gorilaje, que los vendepatria, que los apóstatas de siempre, etc... Lo cierto es que cada uno que iba llegando al sillón de Rivadavia, usara botas o no, trataba de hacer lo opuesto a su predecesor. Por supuesto que muchos de los que iban llegando, se iban con las valijas llenas, salvo honrosas excepciones. Y por eso estamos como estamos. Divididos, empobrecidos, atravesados por antiguas desaveniencias que nunca terminamos de componer. "La política​ es el proceso de tomar decisiones que se aplican a todos los miembros de una comunidad humana. ... Es un quehacer ordenado al bien común. Es la ciencia social que estudia el poder público o del Estado." Esta es una definición que encontré en internet. Para el caso es útil. Como para poder partir de algo. También encontré otra definición: " Arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los Estados. ‖ 2. Actividad de quienes rigen o aspiran a regir los asuntos públicos." En fin, es algo cultural, es una manera que ha desarrollado el ser humano, como medio de organización de la sociedad, donde se supone que unos están al servicio de otros. En Argentina no es así, en muchos países de Latinoamérica tampoco, y en muchos, muchos otros países, menos. Dicen que tiene que ver con la corrupción estructural de las sociedades, que es algo cultural, que tiene diversos componentes, que es imposible detenerla. Que el ser humano es corrupto. Que de pequeño, ya tiene rasgos de corrupción. No lo sé. La honestidad "(La honestidad es una cualidad que define la calidad humana y consiste en comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia", internet es muy útil). Parecería que la corrupción, lo corrupto está en las antípodas de la honestidad. Hay más definiciones para honestidad, todas obtenidas de la web: "Como honestidad se designa la cualidad de honesto. Como tal, hace referencia a un conjunto de atributos personales, como la decencia, el pudor, la dignidad, la sinceridad, la justicia, la rectitud y la honradez en la forma de ser y de actuar. La palabra proviene del latín honestĭtas, honestitātis." 

Ahora bien, es evidente que la famosa primera institución social que es la familia, históricamente y en todas las sociedades, ha tenido y tiene aún hoy (pese a todo y a las nuevas formas occidentales de la familia) una gran importancia en la transmisión de los valores del ser humano, esos valores que pudimos encontrar en la primera definición de honestidad que citamos: "comportarse y expresarse con coherencia y sinceridad, de acuerdo con los valores de verdad y justicia", digo, los valores de verdad y justicia yo los comencé a vislumbrar antes de ir a la escuela, en mi casa y en mi entorno familiar. Después eso se habrá ido reforzando a lo largo de mi vida, cuando fui atravesando por un lado la instancia educativa pero por otro también en el contacto, en la interacción con mis semejantes. Todo lo que estoy exponiendo, todo lo aquí expresado, es una opinión, es una toma de posición, es una formulación de principios. O sea que como parte integrante de un conjunto social, el resto puede o no estar de acuerdo con lo aquí vertido.

Las historia de cada uno, va modelando un derrotero, una marcha y contramarcha. Un camino sembrado de dudas, de incertidumbres, de convicciones, de razones y sin razones que están en ebullición constante. Un pensamiento que evoluciona, podemos decir, siguiendo una fórmula misteriosa que está compuesta por todo aquello adquirido a través de la experiencia personal, por eso no habemos dos humanos iguales, gracias al Universo. Ese pensamiento auténtico, único y personal, tal vez no nos pertenezca del todo, porque pertenece un poco a todos quienes nos precedieron y a quienes son contemporáneos, por qué no. Pero es verdad eso que se dice: uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Y tambíén es dueño de sus dudas, de sus certezas (muy pocas, por suerte), pero también hay que decir que uno no está atado ni a las dudas ni a las certezas, porque estas son dinámicas, permanentemente se van corriendo las fronteras donde podemos hallar unas y otras: La certeza de hoy, es la duda de mañana y viceversa, por supuesto.
Pero aquí debo introducir algo personal, mi única certeza es y ha sido siempre, la necesidad de escribir y espero me acompañe hasta el último día. Porque esta certeza se me apareció un buen día frente a mí, pero junto con ella, la duda es la que hace que esto funcione. La oscuridad es necesaria para saber donde hay luz.
Volviendo un poco al principio de este escrito, debo que reconocer mis intereses, seguramente pertenecen a este momento de mi vida. Como ser social y político (vamos de nuevo) no estoy aislado de lo que nos pasa a todos, no puedo dejar de sentirme afectado directa e indirectamente por este fenómeno social, sanitario, cultural, político, económico en que ha devenido complejamente, el "aislamiento social obligatorio", término para nada ingenuo, como medida necesaria para protegernos de un virus. Sobrevino una pandemia de proporciones inusitadas, un virus altamente contagioso y contra el cual no hay vacunas, cuya transmisión es de persona a persona. 
Este aislamiento en nuestro país inició el 20 de marzo del corriente año 2020. Como no había tratamiento alguno para paliar las consecuencias de la infección, desde los países que se habían anticipado forzosamente a luchar contra el, dijeron que la única alternativa era, para cortar la circulación del virus, era aislarnos, ¿por cuanto tiempo?, tácitamente, por poco tiempo. Otros países ya sea de Asia, Europa, América, Oceanía iban teniendo diversas experiencias frente a la situación. Miles y miles de contagiados, miles y miles de muertos, y miles y miles de recuperados, en todo el mundo. 
Literalmente ha sido un sálvese quien pueda, no había recetas efectivas para enfrentar la situación. Aquel pueblito ignoto de China, donde se dieron los primeros casos, amaneció un buen día sin contagiados. ¿Que había pasado? nadie sabía que pasó. Rumores de científicos desaparecidos, vacunas promisorias, la cura estaba cerca. Parecía una película catástrofe clase B. Corrieron ríos de tinta, por parte de filósofos y pensadores, tratando de encontrar el pelo al huevo. Las famosas teorías conspirativas atravesaron veloces las redes sociales, los vaticinios sobre el nuevo orden mundial, los súbitos aprendizajes, las alertas de la naturaleza, la concientización de que no estamos solos en el mundo, fueron solo algunos indicios de que el año 2020 ha hecho historia.
Difícil condensar la cantidad de situaciones, de hechos que nos han ido presentando diversos desafíos permanentemente, en verdad no se puede hacer conclusiones: es como si alguien hubiese querido escribir sobre las consecuencias de la conquista española en América, durante el primer viaje de Colón.
Pero todos han querido dejar sus famosas palabras. Muchos han querido decir: "yo les avisé".
La verdad es que nadie la vio venir. 
Lo que sí es seguro que en Hollywood hay ejércitos de productores, directores, escritores tratando de construir la "historia" definitiva. 
La historia sigue escribiéndose, con y sin nosotros. En este momento es la incertidumbre la que subyace al "relato oficial", aquí en nuestro país nos fuimos acostumbrando a esperar cada dos o tres semanas, el anuncio oficial que era por un lado un informe detallado del curso sanitario de la pandemia, por otro los alcances de la cuarentena primero y el aislamiento social después, tanto que desde el gobierno sostienen que "no hay cuarentena". Sin embargo  el país está detenido, está colapsado, un porcentaje creciente de la población, ya descree de la efectividad de el aislamiento, diciendo directamente que estamos ante un estado de derecho debilitado y comprometido. No existe una oposición coherente. No hay un oficialismo coherente. En el medio  estamos más de 40 millones de ciudadanos, de primera, de segunda, de tercera, de cuarta que tratan de hacer lo mejor que pueden.
Seguimos aislados. Pero solo físicamente. Debemos ser muy agudos y críticos en este momento y no dejarnos engañar. Hay que ser más críticos que nunca con todo aquello que recibimos permanentemente como información, porque nada es ingenuo, nada se "informa" sin una razón. Que esta situación sirva al menos para pensar desde otro lugar lo que nos pasa como individuos, pero también como sociedad. Que este aislamiento sea motor en nosotros para encontrar nuevas formas de "des-aislarnos", de solidarizarnos con aquellos que la están pasando realmente mal. 
Escuché que un pensador, hace poco dijo: "que en lugar de pensar que sociedad tendremos luego de la pandemia, debemos pensar que sociedad queremos construir." Coincido.
Para cerrar, por ahora, me voy pensando que la vida está formada por dudas y certezas. Y que somos nosotros los que decidimos cuales son unas y cuales las otras.
Buenas noches.