jueves, 30 de marzo de 2017

Tiempos difíciles.

Lamentablemente hoy en día pareciera que la meta de los trabajadores es conservar su trabajo. Porque se corre el riesgo de perderlo con un sin número de excusas. Ciertos representantes, no nos representan. Porque prefieren cuidar sus propios intereses, se callan la boca, miran para otro lado, se guardan en el bolsillo lo que todos saben. Actúan como si nada. Enferma ver como se vende la dignidad del hombre a precio de remate.
Hablo con uno y con otro y es la misma sensación. Desesperanza, desilusión, tristeza, indignación, bronca, miedo. Y están también los que con una sonrisa socarrona, mal contenida, parecieran decir: "yo se los dije". Será posible, pienso, que haya personas que se alegran de que nos vaya mal? Preferiría pensar que no. Pero ahí los veo, sentados tomando una cerveza con ese aire de soberbia inescrupulosa. Ignorantes de una realidad que tampoco los dejará de lado. 
Me pregunto, tanto cuesta entender que viajamos todos en el mismo barco? 
La incertidumbre por lo que sucederá el día de mañana, se va comiendo poco a poco, las pocas certezas que nos iban quedando. 



lunes, 27 de marzo de 2017

2017

Dejamos el 2016 como pudimos. Y el 2017 ya está con nosotros. Un año más viejo pero no se si más sabio. O es solamente un año más para agregar a mi vida.
Ciertamente el dolor no se ahorra nada. Hace lo que tiene que hacer me guste o no. El tiempo me ha traído nuevos dolores a mi cuerpo y me pasa factura. Y me doy cuenta, amargamente me doy cuenta lo cara y costosa que es la vida. Porque se lleva, se ha llevado tantas cosas. Se ha llevado y se sigue llevando seres amados. Personas que cuando era chico ellos eran inmortales. A nadie se le podía ocurrir que esas personas un día dejarían de estar con nosotros. 
Cuando me miro en el espejo de los demás me encuentro con mi mirada cansada, agotada... 
No encuentro respuestas. Tampoco consuelo al principio. Por momentos siento que soy el mismo. Pero por momentos no estoy tan seguro. Todo es tan efímero. Tan frágil. Tan volátil. 
Me siento cada vez más viejo. Siento que cada vez me queda menos tiempo. Y ahora pienso, dudo, no estoy seguro que termine lo que empecé. Pero lo digo cuando veo alrededor a aquellos que tenían una vida por delante y caminando se encontraron con el final de sus caminos. Sin quererlo, sin esperarlo, sin aviso. Así como de la nada se convirtieron ellos mismos en recuerdo. Porque hoy si queremos buscar a alguien que no está entre nosotros, tenemos que buscarlo en nuestra memoria. A veces no sin esfuerzo. Esfuerzo en recordar un gesto, una mirada, una sonrisa, una lágrima, un enojo, una caricia, un objeto... tal vez el mismo esfuerzo que hoy hacemos en querer recordar quienes somos y que queremos. El mismo esfuerzo que requiere convencernos que a pesar de todo, la vida vale la pena y ese esfuerzo. 
Pero en estas horas donde la noche se adueña de todo y el sol está del otro lado del mundo, cuesta creer que la vida vale la pena. 
Así están las cosas. Con tanto por hacer y con tan poco tiempo para hacerlo, no se si está bien escribir esto. Pero esta es la única manera que conozco, además de pintar y dibujar, de sacar afuera esa oscuridad que crece y no deja de crecer adentro mio. Darle forma con las palabras tal vez me inspira y da confianza. Y me hace sentir también inmortal, al menos por esta noche. 
Por eso hoy celebro y recuerdo a todos aquellos seres amados que ya no están conmigo, con nosotros, que permanecen en mi sus recuerdos y han dejado una huella, una historia, una mirada en algún momento y que por esa razón están presentes esta noche en estas palabras. 
Habrá sin dudas más noches por delante. Con dudas y angustia, pero serán otras noches, espero por muchas más de esas noches. 
Y a todos ellos, gracias por haber estado al menos un instante grande o pequeño, pero que hicieron que ahora pueda escribir esto. 
Buenas noches.