Es una pregunta
lógica del común de la gente, que el artista no se plantea. Simplemente porque
sabe o cree saber que el arte no sirve para nada. Porque cuando el artista
crea, tiene otras preguntas en la cabeza: ¿podré pagar el alquiler?, ¿me alcanzará
para las expensas?, con esto ¿pagaré la luz, el gas, el agua, el teléfono?, ¿me
quedará para ir al chino? ¿Puedo vivir del arte?
Estas y otras
preguntas por el estilo, son las preguntas más urgentes que un artista urbano
se hace. La utilidad o no del arte, pertenece a otro género de preguntas que el
artista no se hace, no suele hacerse porque esas preguntas le dan cierto pudor,
le hacen cosquillas en ciertas partes del cuerpo que prefiere no rascarse.
- ¿Y esto, para qué
sirve? dispara la señora sin ponerse colorada, mientras sostiene con la mano un
pequeño objeto con pretensión artística.
Podría ensayar alguna
respuesta, como que la belleza en sí, no es útil para nada, o que lo que
sostiene con la mano es un pequeño milagro, un simple hecho estético
absolutamente inservible más que para la contemplación y el disfrute, que la
única utilidad que podría tener es ser la excusa para darle algo de dinero al
artista.
Podría ensayar otras
respuestas, pero son respuestas que a nadie o muy poca gente satisfaría. En
realidad, yo no vengo ni a responder esa clase de preguntas, ni a satisfacer
curiosidades ajenas.
Sólo vengo a
mostrarles mis pequeños objetos, creados desde el amor y la pasión.
Muchas gracias.
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