viernes, 15 de mayo de 2015

Derechos adquiridos o privilegios para unos pocos

¿Por quiénes y hace cuánto tiempo?
Cuando no hay una letra escrita, la palabra es difusa, los límites se corren todo el tiempo. Y entonces los huecos, los baches que quedan sirven perfectamente para asirnos.
El caso es que cuando una norma no está oficializada a través de un texto escrito, es muy difícil imponerla a través de la palabra hablada.
Pero en estos casos siempre prevalece aquella palabra que emana del poder, no hay alternativa, en una discusión termina imponiéndose la autoritaria voz del verticalista poder reconocido por todos.
Volviendo al tema de los derechos adquiridos, cuando ese mismo poder demuestra cierta preferencia por algunos, quienes quedamos fuera, nos sentimos marginados. ¿Por qué unos si y otros no? Es cuando uno ve que a pesar de que desde ciertos lugares se insista en que no hay privilegios, notamos esas diferencias y estas diferencias hacen que se pierda el espíritu de cuerpo que se supone debería primar dentro de una empresa, para que por lo menos nos sintamos representados por aquellos que nos lideran y sintamos que llevar la camiseta puesta tiene sentido.
Lo cierto es que por un lado nos recuerdan permanentemente las normas y reglas internas, pero por otro vemos que quienes las vulneran no somos nosotros.
A veces en los gestos pequeños se ve la grandeza de una persona, más aún cuando esa persona representa un valor dentro de una estructura organizada como lo es una empresa.
Uno se pregunta, por ejemplo: por qué yo no puedo tomar un té o un café dentro de mi horario estipulado, si veo que en ciertos lugares lo hacen abiertamente. ¿Derecho adquirido? Perdón, yo pensé que todos somos compañeros de trabajo, más allá de que cada uno ocupe un puesto diferente y ese puesto revista mayor jerarquía y responsabilidad. En definitiva, bajo este techo, somos todos "necesarios".
Tal ves si "necesarios", pero no "imprescindibles".
Tal vez me sienta un poco susceptible por algunos hechos, pero es mi opinión. Supongo que tan válida como la de cualquier otro.
Lo peor es tener que conducirse como si uno estuviera haciendo algo terrible. ¿Paranoia? seguro, es uno de los principios para someter cuando no se encuentran respuestas a algunas cuestiones.
Pero no se preocupen, las cosas van a seguir estando bien, cada uno se cuida su propio culo, como corresponde. Pero piensen que muchas sonrisas que verán en nosotros, son solamente parte del uniforme que utilizamos. Solo eso.
Buenas noches.


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