sábado, 18 de abril de 2015

20 % de tus sueños, eso es lo que te ofrecen.

Cuando celebramos un aumento de sueldo que es otorgado como migaja que cae de la mesa de los poderosos que negocian, en realidad no lo celebro, ni lo recibo como un bien logrado a través de una conquista. La verdad que no, porque quienes negocian son parte interesada en la gran torta a repartir.
Nos vamos a dormir con gusto a poco señores, son dádivas que hoy por hoy ante la necesidad imperiosa de mantener nuestro status, lo aceptamos y nos callamos. Por ende ¿somos cómplices o no? Que cada uno piense lo que quiera, aunque aquellos a quienes pueden estar dirigidas estas palabras, no dicen nada. Nunca dicen nada.
El que calla otorga y el silencio suele decir mucho más de lo que calla.
La duda persiste: ¿cuánto hay para ellos? y ¿cuánto queda para nosotros?
Uno fantasea sobre como son esa clase de reuniones donde se supone que hay tres partes interesadas en donde una "exige" algo, otra "se opone" dando excusas y la tercera calla y observa. La primera vuelve a "exigir", la segundada vuelve a "oponerse" y ofrece "algo", la tercera sigue callada y observa. Entonces la primera "se opone" y vuelve a "exigir"; entonces la tercera "abre la boca", deja el silencio de lado y "aconseja" a la primera que acepte. En ese momento un gran silencio (o no) se hace en ese misterioso lugar y entonces ante el silencio de la primera parte, la segunda ante la falta de respuesta de la primera, se retira de "la mesa de negociaciones". 
Y todos nosotros pobres asalariados que hacemos lo que podemos por mantener al día nuestras cuentas y que esperamos algo, nos quedamos sin nada, mejor dicho nos quedamos con las manos vacías y lo que es peor con el silencio de quienes "nos representan".
Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia.
Buenas noches.

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