martes, 14 de abril de 2015

Desconfío.

No puedo evitarlo ni quiero, a esta altura de mi vida ya no.
Esta mañana, hace algunas mañanas, entré a trabajar a un lugar y resulta que ahora es otro.
Resultan tan confusos los mensajes que emiten, que pretenden ir en un sentido pero todas sus acciones conducen a otro.
¿Cuál es el objetivo que persiguen? me pregunto, no son claros, insisto porque por un lado nos dan una palmadita amistosa pero por otro se comportan como perros desconfiados.
Por un lado te invitan a formar parte de "esta familia" pero por otra parte te revisan los bolsillos y las carteras.
Buenas noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario